20 de agosto: España gana el Mundial ante Inglaterra (2-1). En la celebración, Luis Rubiales se desata: se toca los genitales en el palco, junto a la Reina Letizia y la Infanta Leonor, y, posteriormente, ya en el terreno de juego, se abraza con las jugadoras, las levanta por el aire. En la entrega de medallas, se impulsa sobre Jenni Hermoso, le coge la cabeza y le da un beso en los labios.
Ese mismo día, en una entrevista radiofónica, Rubiales tacha de «tontos» a los que criticaron sus acciones.
21 de agosto: Luis Rubiales comparece en un vídeo desde la escala del avión de las campeonas en Doha disculpándose con el sabido: «Seguramente me he equivocado»: «Hay un hecho que tengo que lamentar. Todo lo que ocurrió entre una jugadora y yo, con una relación magnífica entre ambos, como con otras jugadoras. Seguramente me he equivocado y lo tengo que reconocer. En un momento de máxima efusividad, sin ninguna mala intención, sin ninguna mala fe, ocurrió lo que ocurrió, creo de manera muy espontánea. Repito, sin ninguna mala fe por ninguna de las dos partes».
«Aquí no se entendía porque lo veíamos natural, normal, para nada con ninguna mala fe. Fuera se ha formado un revuelo y si hay gente que se ha sentido dañada, tengo que disculparme, no queda otra. Y aprender de esto, entender que cuando uno es presidente de una institución tan importante como la Federación tiene, sobre todo en ceremonias y este tipo de actos, tener más cuidado».
Según algunos medios, se instó a Jenni Hermoso a aparecer en el vídeo, pero la jugadora se negó.
22 de agosto: Tras la recepción de las campeonas del mundo en La Moncloa, Pedro Sánchez, que saludó de forma fría a Rubiales, califica el comportamiento de expresidente como «inaceptable», así como «insuficientes» sus disculpas del vídeo.
23 de agosto: El miércoles, Jenni Hermoso deja en manos del sindicato FutPro y su agencia TMJ las acciones sobre el beso. En el comunicado, se indica «una firme y rotunda condena ante conductas que atenten contra la dignidad de las mujeres». Se insta a la Federación a reaccionar y a «adoptar medidas ejemplares».
24 de agosto: La FIFA abre un expediente disciplinario a Luis Rubiales. Se filtra que el expresidente dimitirá en la Asamblea del día siguiente.
25 de agosto: Luis Rubiales comparece en la Asamblea y en su discurso recalca que no dimite. Subraya que el beso fue consentido y que la responsable fue la jugadora, y se defiende de las acusaciones hablando de «asesinato social» hacia su persona. Ofrece una ampliación de contrato, por cuatro años, y de sueldo a Jorge Vilda, presente en la sala, y una oferta a Montse Tomé como directora deportiva. Se marcha entre aplausos de muchos de los presentes, entre los que se incluyen el propio Vilda y Luis de la Fuente, seleccionador nacional masculino.
Esa misma tarde, Jenni Hermoso lanza un comunicado afirmando que las palabras de Rubiales de cómo se produjo el beso son rotundamente «falsas». Más de 80 jugadoras firman una carta por la que apoyan a su compañera y por la que renuncian a vestir la camiseta nacional si no se cambian los dirigentes. Circula por todo el planeta la frase «Se acabó».
También el CSD eleva la petición de suspensión en el cargo al Tribunal de Arbitraje Deportivo.
26 de agosto: La FIFA suspende a Luis Rubiales de forma provisional por 90 días. Se suceden entonces los comunicados de condena a los actos del expresidente y las peticiones de dimisión. Dimiten además varios integrantes del cuerpo técnico de Jorge Vilda, entre ellos, Montse Tomé y Sonia Bermúdez.
Pedro Rocha asume el cargo de presidente en funciones.
28 de agosto: La Fiscalía abre diligencias contra Luis Rubiales por presunta agresión sexual a Jenni Hermoso. El TAD reclama más información al CSD.
1 de septiembre: El TAD señala como faltas «graves» y no «muy graves» las actuaciones de Rubiales por lo que no puede ser suspendido. El Gobierno discrepa.
Rubiales habla de que se está tratando de vulnerar la separación de poderes.
5 de agosto: Rocha destituye a Jorge Vilda y lo sustituye por Montse Tomé.
6 de septiembre: Jenni Hermoso manifiesta una «denuncia expresa» contra Luis Rubiales por el beso del 20 de agosto, por lo que la jugadora asiente en continuar por la vía penal. En la querella por agresión sexual se imputa otro delito por coacciones.
10 de septiembre: sobre las 22.00 horas de la noche, Luis Rubiales anuncia su dimisión.