septiembre 26, 2023

Queda menos de una semana para que llegue el otoño y sus señales ya han empezado a aparecer desde hace unas semanas. Las fuertes lluvias acompañadas de la bajada de temperaturas y una disminución de las horas de luz han hecho que dejemos atrás los tirantes, los pantalones cortos, las sandalias y otras prendas veraniegas.

Con ello, damos paso a la temporada otoñal en la que las chaquetas, jerséis, pantalones largos y el calzado cerrado empiezan a ser los protagonistas en nuestra vestimenta. Además, es un momento de transición en el que hacemos combinaciones de prendas que nos permitan abrigarnos más o menos cuando salimos de casa llevando capas de ropa.

Pero, mirando hacia dentro de unas semanas, no podemos negar lo evidente. El fresco ha llegado para quedarse y, salvo algunos días de aumento de temperaturas en algunas zonas por el conocido ‘veranillo de San Miguel’, tendremos que despedirnos de la ropa que nos seguíamos poniendo en agosto.

Así, llega un momento algo temido por muchos: el cambio de armario. Esa tarea que, a la mayoría de personas, no le queda otra que llevar a cabo por que en su armario no cabe toda la ropa de todas las temporadas al mismo tiempo. Con este cambio, procedemos a guardar durante una larga temporada aquello que sabemos que no nos vamos a volver a poner o que no vamos a usar hasta dentro de muchos meses.

Por otro lado, también implica sacar las chaquetas, abrigos, suéters, medias, botas, edredones, mantas y demás prendas y textiles de abrigo que vamos a necesitar de aquí en adelante y que llevan guardados desde junio, aproximadamente. Al ser una tarea cansada y algo tediosa, tener trucos y métodos que agilicen el trabajo y lo hagan más sencillo es una ventaja que no podemos dejar pasar.


Cambiar el armario puede ser una tarea pesada y aburrida


Pixabay

El truco de los tres montones que te facilitará el cambio de armario

Por ello, hoy te facilitamos este truco de las tres bolsas o los tres montones, ideado por la popular gurú del orden Marie Kondo. La técnica consiste en hacer tres montones de ropa, que puedes meter en bolsas o cajas, y dividirlos de la siguiente manera: uno será el montón de la ropa que está ropa o defectuosa y no se puede usar, el segundo el de la ropa que no nos ponemos y podemos donar y el tercero el de las prendas que queremos conservar y sabemos que sí vamos a utilizar la próxima vez que lo saquemos del armario.

Lo ideal sería tomarte un poco de tiempo para decidir en qué montón irá cada prenda, de modo que no te precipites ni te dejes llevar por la pena que te puede dar deshacerte de algo, siendo realista de si merece la pena quitar espacio del armario por algo que realmente no has usado y sabes que no vas a ponerte.

Con este método podrás hacer sitio en tus armarios y agilizar mucho el cambio de prendas, pensando en que, tanto lo que vas a ponerte a partir de ahora, como lo que encontrarás cuando vuelvas a hacer el cambio de armario, será lo que realmente necesitas y no tengas tus cajones, baldas y perchas repletas de ropa ocupando espacio y esperando a que le des un uso que nunca llegará.

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