Este mes se cumplen cinco años de que una milicia kurda y árabe respaldada por Estados Unidos expulsó a los combatientes del Estado Islámico de una aldea en el este de Siria, la última franja de territorio del grupo.
Desde entonces, la organización que alguna vez estableció un califato autoproclamado en Irak y Siria se ha convertido en un grupo terrorista más tradicional: una red clandestina de células desde África occidental hasta el sudeste asiático comprometidas con ataques guerrilleros, bombardeos y asesinatos selectivos.
Ninguno de los afiliados al grupo ha sido tan implacable como el Estado Islámico de Khorasan, que está activo en Afganistán, Pakistán e Irán y apunta a atacar Europa y más allá. Los funcionarios estadounidenses dicen que el grupo llevó a cabo el ataque cerca de Moscú el viernes, matando a muchas personas e hiriendo a muchas otras.
En enero, el Estado Islámico de Khorasan, o ISIS-K, llevó a cabo dos atentados con bombas en Irán que mataron a decenas de personas e hirieron a cientos más durante una ceremonia conmemorativa en honor del ex general iraní Qassim Suleimani, blanco de un ataque con aviones no tripulados estadounidenses cuatro años antes. .
“La amenaza de ISIS”, dijo Avril D. Haines, directora de inteligencia nacional, durante un panel del Senado este mes, “sigue siendo una importante preocupación antiterrorista”. La mayoría de los ataques «llevados a cabo por ISIS a nivel mundial en realidad han tenido lugar en partes de ISIS que están fuera de Afganistán», dijo.
El general Michael E. Kurilla, jefe del Comando Central del Ejército, dijo el jueves a un comité de la Cámara de Representantes que ISIS-K «conserva la capacidad y la voluntad de atacar los intereses estadounidenses y occidentales en el extranjero en sólo seis meses, con poca o ninguna advertencia». » .”
Los expertos antiterroristas estadounidenses rechazaron el domingo la sugerencia del Kremlin de que Ucrania estaba detrás del ataque del viernes cerca de Moscú. «El modus operandi era el clásico ISIS», dijo Bruce Hoffman, experto en terrorismo del Consejo de Relaciones Exteriores.
Este es el tercer ataque a una sala de conciertos en el hemisferio norte en la última década, dijo Hoffman, luego de un ataque al teatro Bataclan en París en noviembre de 2015 (como parte de una operación más amplia que atacó otros objetivos en el hemisferio norte). ciudad) y un ataque suicida durante un concierto de Ariana Grande en el Manchester Arena, Inglaterra, en mayo de 2017.
El Estado Islámico de Khorasan, fundado en 2015 por miembros descontentos de los talibanes paquistaníes, irrumpió en la escena yihadista internacional después de que los talibanes derrocaran al gobierno afgano en 2021. Durante la retirada militar estadounidense del país, ISIS-K llevó a cabo un atentado suicida ataque. Aeropuerto Internacional de Kabul en agosto de 2021, en el que murieron 13 militares estadounidenses y hasta 170 civiles.
Desde entonces, los talibanes han estado luchando contra ISIS-K en Afganistán. Hasta ahora, los servicios de seguridad talibanes han impedido que el grupo se apodere de territorio o reclute a un gran número de excombatientes talibanes, según funcionarios antiterroristas estadounidenses.
Pero la escala y el alcance de los ataques de ISIS-K han aumentado en los últimos años, con ataques transfronterizos en Pakistán y un número creciente de complots en Europa. La mayoría de estos complots europeos fueron frustrados, lo que llevó a los servicios de inteligencia occidentales a evaluar que el grupo podría haber alcanzado los límites mortales de sus capacidades.
En julio pasado, Alemania y los Países Bajos coordinaron arrestos contra siete individuos tayikos, turcomanos y kirguís vinculados a una red ISIS-K y sospechosos de planear ataques en Alemania.
Tres hombres fueron arrestados en el estado alemán de Renania del Norte-Westfalia por un presunto plan para atacar la catedral de Colonia en la víspera de Año Nuevo de 2023. Los registros estaban relacionados con otros tres arrestos en Austria y uno en Alemania el 24 de diciembre. supuestamente actuó en apoyo de ISIS-K.
Los funcionarios antiterroristas estadounidenses y occidentales dicen que los complots fueron organizados por agentes de bajo nivel que fueron detectados y frustrados con relativa rapidez.
«Hasta ahora, ISIS-Khorasan ha dependido principalmente de agentes sin experiencia en Europa para intentar lanzar ataques en su nombre», dijo Christine S. Abizaid, directora del Centro Nacional de Contraterrorismo, ante un comité de la Cámara en noviembre.
Pero hay señales preocupantes de que ISIS-K está aprendiendo de sus errores. En enero, asaltantes enmascarados atacaron una iglesia católica romana en Estambul y mataron a una persona. Poco después, el Estado Islámico, a través de su Agencia oficial de noticias Amaq, se atribuyó la responsabilidad. Las fuerzas del orden turcas arrestaron a 47 personas, la mayoría de ellos asiáticos centrales.
Desde entonces, las fuerzas de seguridad turcas han lanzado contraoperaciones masivas contra sospechosos de ISIS en Turquía, Siria e Irak. Varias investigaciones europeas han arrojado luz sobre la naturaleza global e interconectada de las finanzas del EI, según un informe de enero de las Naciones Unidas, que identificó a Turquía como un centro logístico para las operaciones del EI en Europa.
Los ataques en Moscú e Irán demostraron más sofisticación, dijeron funcionarios antiterroristas, lo que sugiere un mayor nivel de planificación y capacidad para explotar las redes extremistas locales.
“ISIS-K ha estado obsesionado con Rusia durante dos años”, criticando con frecuencia al presidente Vladimir V. Putin en su propaganda, dijo Colin P. Clarke, analista de contraterrorismo del Soufan Group, una firma consultora de seguridad con sede en Nueva York. «ISIS-K acusa al Kremlin de tener sangre musulmana en sus manos, en referencia a las intervenciones de Moscú en Afganistán, Chechenia y Siria.»
Una parte significativa de los miembros de ISIS-K son de origen de Asia Central, y un contingente significativo de asiáticos centrales vive y trabaja en Rusia. Algunos de estos individuos pueden haberse radicalizado y pudieron realizar una función logística, almacenando armas, dijo Clarke.
Daniel Byman, especialista en contraterrorismo de la Universidad de Georgetown, afirmó que «ISIS-K ha reunido bajo su protección a combatientes de Asia Central y del Cáucaso, que podrían ser responsables del ataque a Moscú, ya sea directamente o a través de sus propias redes.
Al parecer, las autoridades rusas e iraníes no tomaron suficientemente en serio las advertencias públicas y privadas más detalladas de Estados Unidos sobre un inminente complot de ataque de ISIS, o se distrajeron con otros desafíos de seguridad.
«A principios de marzo, el gobierno de Estados Unidos compartió información con Rusia sobre un ataque terrorista planeado en Moscú», dijo el sábado la portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, Adrienne Watson. “También emitimos un aviso público a los estadounidenses en Rusia el 7 de marzo. ISIS tiene toda la responsabilidad por este ataque. No hubo participación ucraniana”.
Las autoridades rusas anunciaron el sábado el arresto de varios sospechosos del ataque del viernes. Pero altos funcionarios estadounidenses dijeron el domingo que seguían investigando los antecedentes de los atacantes y tratando de determinar si habían sido desplegados desde Asia central o meridional para este ataque específico o si ya estaban en esos países como miembros de la red de partidarios. que luego ISIS-K participó y alentó.
Los expertos en contraterrorismo expresaron el domingo su preocupación de que los ataques en Moscú e Irán puedan alentar a ISIS-K a intensificar sus esfuerzos para atacar en Europa, particularmente en Francia, Bélgica, Gran Bretaña y otros países que se han visto afectados de forma intermitente durante la última década.
El informe de la ONU, que utiliza un nombre diferente para el Estado Islámico de Khorasan, dice que «algunos individuos del Cáucaso Norte y Asia Central que viajan desde Afganistán o Ucrania a Europa representan una oportunidad para ISIL-K, que busca planificar ataques violentos en el Oeste.» El informe concluyó que había evidencia de “complots operativos en curso e inacabados en suelo europeo llevados a cabo por ISIL-K”.
Un alto funcionario de inteligencia occidental ha identificado tres factores principales que podrían incitar a los miembros del EI a atacar: la existencia de células durmientes en Europa, imágenes de la guerra en Gaza y el apoyo de los hablantes de ruso que viven en Europa.
Un acontecimiento importante este verano ha puesto nerviosos a muchos funcionarios antiterroristas.
“Me preocupan los Juegos Olímpicos de París”, dijo Edmund Fitton-Brown, ex alto funcionario antiterrorista de la ONU que ahora es asesor principal del Proyecto Contra-Extremismo. «Constituirían un principal objetivo terrorista».