‘Ni tregua ni ‘ablandamiento’. Si el primer año de la legislatura que alumbró el pacto de PP y Vox en Castilla y León fue el del desencuentro casi permanente con la oposición y en el que habría que buscar casi al microscopio los resquicios del entendimiento, no tiene pinta que el nuevo curso político vaya a caminar por otros derroteros. Más ‘barro’ parece que habrá en la arena de la contienda política.
Por si había alguna duda, el secretario general del PSOE en la Comunidad, Luis Tudanca, ya marcó el miércoles la senda. «Vamos a hacer una oposición muy dura», apuntó el también portavoz del Grupo Socialista en las Cortes autonómicas. Se situarán enfrente del Ejecutivo regional como una oposición también «muy responsable», defendió Tudanca, quien argumentó los motivos de esa dureza en que «desde luego, no vamos a permitir ni un solo retroceso en los derechos y libertades de los ciudadanos de Castilla y León»
«No vamos a permitir que se generen desigualdades en el ámbito sanitario o educativo, que sigan castigando al medio rural con políticas que le hacen paso a paso desaparecer» o que «se ponga en riesgo» la lucha contra la violencia de género o la «defensa» de los colectivos LGTBI, justificó Tudanca antes de participar en Burgos en la reunión de la Interparlamentaria del partido.
«No es posible que tengamos un presidente de la Junta tan mentiroso», espetó a Alfonso Fernández Mañueco, a quien recriminó que sea «capaz de afirmar que desde que él es presidente no se ha cerrado ni un solo consultorio médico en esta tierra». «Es radicalmente falso. Es mentira», aseguró Tudanca.
A la vez, el dirigente socialista avanzó que plantearán iniciativas para «mejorar la vida de la gente», como exigir la gratuidad de los libros de texto y del material escolar o la puesta en marcha de un nuevo Plan de Reindustrialización de la Comunidad para aprovechar la llegada de los fondos europeos, informa Ical.
«Lastrando la imagen»
En clave económica, Tudanca también aprovechó para sacar pecho en favor del Gobierno central y criticar a la vez a la Junta. Y es que, reprochó, mientras a nivel nacional hay indicadores «muy positivos», sin embargo «eso no llega a Castilla y León». «Burgos y Castilla y León se van a seguir quedando atrás si seguimos con el proyecto político de la derecha, entre otras cosas, porque han introducido algo que no había pasado nunca en esta tierra, que es la radicalidad, la ruptura de los consensos, la puesta en riesgo de las instituciones, con la entrada de la extrema derecha», sostuvo el barón socialista. En su opinión, «eso está lastrando mucho la imagen de esta tierra y las posibilidades de crecimiento porque no están a lo que tienen que estar».
Y personificó también en que serán «duros» con el consejero de Industria, Comercio y Empleo, Mariano Veganzones (Vox). De cara al pleno de la próxima semana defenderán una iniciativa en la que pedirán su reprobación. Pretenden así «obligar» a Mañueco a que «apriete el botón verde o rojo para salvarle o condenarle».
