
Emily es una norteamericana que se está convirtiendo en una gran influencer sobre las costumbres de nuestro país. La joven, que es madre de un niño y una niña, está casadada con un español y vino a vivir aquí y narra desde su cuenta de TikTok (@mamainmadrid) su día a día como madre y como extranjera residente en Madrid. Con un estilo muy claro ha conseguido tener más de 37.400 seguidores y más de 2 millones de visualizaciones con contenidos centrados en el ‘lifestyle’ español y la maternidad que vive en nuestro país.
Entre sus últimas publicaciones más populares están las que cuentan el primer día de colegio así como la adaptación escolar o el comedor de los niños pequeños o las diferencias entre la jornada electoral en España o Estados Unidos. También se ha fijado en las típicas cosas que los americanos dicen al visitar nuestro país o las cosas de aquí que pueden chocar más a sus compatriotas.
Ahora, Emily acaba de publicar un nuevo vídeo que está arrasando. Publicado hace seis días días, cuenta ya con más de 894.000 visualizaciones y 66.000 reacciones. «La historia de nunca acabar por tener el mismo apellido que mi marido», escribió en su post, en el que hace referencia a la cuestión sobre los nombres de familia con el que se distingue.
Sin pensar en las implicaciones
«Soy americana y mi marido es español y tradicionalmente en los Estados Unidos tomas su apellido cuando te casas», arranca su vídeo en el que puntualiza que no hay ninguna obligación pero que es muy habitual y que, por ello, ella no dudó en hacerlo sin pensar en «las implicaciones que esto podría tener en nuestros futuros hijos cuando viviéramos en España».
Tras esta introducción, Emily relata que en España, tras una boda, las mujeres mantienen su nombre familiar. «Todo sigue igual», comenta antes de añadir que al tener hijos éstos se quedan con un apellido de cada progenitor. Ella resalta que todo el mundo tiene dos apellidos y que incluso se puede elegir su orden.
Puestos ya en situación, Emily habla de su caso particular y del «lío que supone para todo el mundo que yo tenga el mismo apellido que mi marido». «Y sin mencionar que ahora que hemos registrado a nuestros hijos aquí en España legalmente tienen que tener dos apellidos». Es en este punto en el que destaca la paradoja que supone para ella que sus hijos tengan su apellido porque «legalmente también tienen mi apellido aunque yo nunca más tendré mi apellido».
Emily detalla, para acabar, los futuros pasos que podría hacer al respecto. Si decide iniciar el proceso de nacionalización, por ejemplo, usarían su certificado de nacimiento para crear su permiso de residencia, por lo que le otorgarían los apellidos de su padre y madre, «pero no mi apellido actual». «Lo que básicamente significa que mi apellido en España sería diferente al que tengo en los Estados Unidos», sentencia ella antes de reconocer que esta cuestión «es un dolor de cabeza».
Por todo, la influencer acaba reconociendo que, siendo honesta y después de haber venido a vivir a España, hay días en los que se arrepiente de haber tomado el nombre familiar de su marido, porque cree que tampoco es necesario. «Pero es lo que hay y así mi matrimonio cultural vive otro día», sentencia.